Noel Paine Pintor

Siempre he visto los temas de mis cuadros como una "naturaleza muerta". Naturalezas muertas de la naturaleza. Naturalezas muertas que se encuentran en el paisaje en el que vivo. En la actualidad, el Wienerwald, en las afueras de Viena, junto con continuos viajes a la Campagna del centro de Italia, en la frontera entre el Lacio y los Abruzos.

Estos son momentos inmóviles. El momento sigue siendo crucial en todo mi trabajo. El momento que pasa, el momento que se ve. Me pregunto "¿Dónde empieza este momento?" y "¿Dónde termina?". Para ayudarme a responder a estas preguntas, es esencial para mí establecer una relación con el tema que he elegido para representar.

Debo "conocer" el tema y así cimentar la idea de un cuadro. Debo dar "tiempo" para que la relación se cumpla. Un momento de tiempo y más allá. Quiero capturar el momento, pero también quiero el recuerdo. Un recuerdo dentro de un momento. O quizás un momento dentro de un recuerdo.

Visualizo "el cuadro" en el paisaje antes de empezar una obra. Tengo que grabar esta imagen en mi mente. Dibujo desde el mismo lugar innumerables veces mientras hago una obra de lienzo más grande. De este modo, se establece una relación con el tema. A partir de esta "huella" se crean mis cuadros.

En la mayoría de los casos, los lienzos más grandes se construyen a lo largo de dos años, dos temporadas. Al final de la primera temporada con un tema, casi me obligo a olvidar el cuadro. Sin embargo, cuanto más me fuerzo a olvidar, más permanece la imagen y se incrusta en mi pensamiento.

Cuando vuelvo la temporada siguiente, la idea está ahí para mí, una vez más, pero me veo obligado a observar y recordar el momento anterior. A partir de esto, el nuevo momento, puede ser asegurado, a través del acto de trabajar de nuevo en el lienzo. Construir la superficie física de la obra. Construyendo el tiempo en la obra.

A lo largo de este proceso, los cuadros se van construyendo. La pintura es un proceso que lo permite. Es un proceso de creación. Me impulsa el lenguaje único que encierra la sustancia de la pintura. Mis ideas nacen del amor por la sustancia de la pintura.

Veo los cuadros como objetos. Construyo mis cuadros a partir de la información que obtengo del bosque: dibujos, acuarelas, pequeños estudios al óleo.

La forma de ver el mundo, la manera de verlo, cambia a cada momento. Con ello, el "arte" de mirar puede cambiar, pero no se sustituye.

Cómo y qué vemos siempre vendrá determinado por los métodos que se puedan utilizar. La pintura sigue desempeñando un papel fundamental en este sentido. Por estas razones, hago estos cuadros.