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Las esculturas de Michael Lang no necesitan explicación, hablan por sí mismas. Deben hacer reflexionar o simplemente inspirar a los amantes del arte. Nacido en el duro Tirol del Este, en Austria, Michael Lang nunca tuvo otro deseo profesional que el de convertirse en escultor. A los seis años, Michael esculpió su primera figura: un pastor de madera de tilo. El artista llama a la granja en la que creció «hogar con referencia al arte». Inspirado por su tío, un conocido artista que trabaja en Nueva York, Tokio y Corea, el chico de 14 años decidió estudiar en la famosa escuela de escultura Elbigenalp. Al terminar con éxito la escuela, fundó su primera galería. Pronto Michael Lang adquiere una gran reputación por su excelente trabajo. La confianza en sus habilidades crece y decide abrir una segunda. Hoy en día Michael es popular no sólo en la región. También es conocido en Europa por sus honestas obras de arte. Estamos agradecidos de conocer a Michael, ya que, aunque todavía es joven, tiene la capacidad de mostrar las emociones en sus obras como nadie.